Vivimos en el futuro. Esa es la sensación que nos embarga cada vez que Elon Musk abre la boca y habla sobre los proyectos que acometen sus empresas. Y la verdad es que en parte se lo tiene ganado. Puede que no sea el orador más brillante de nuestros tiempos, pero apela a esa maravillosa sensación de estar en manos del progreso tecnológico.