Durante toda la vida hemos hablado de cinco sentidos, pero ¿y si te dijera que hay un sexto? Y un séptimo, y un octavo si me apuras. Olfato, tacto, gusto, vista y oído son solo los sentidos que el bueno de Aristóteles pudo reconocer, pero desde entonces las cosas han cambiado mucho. Gracias a la neurociencia y la fisiología hemos confirmado las sospechas de algunos psicólogos de la percepción: efectivamente, tenemos mucho más que los cinco sentidos aristotélicos.