Decía Mark Twain que en este mundo existen “mentiras, grandes mentiras y estadísticas”. Puede que suene bien, pero el autor de “Las aventuras de Tom Sawyer” no sospechaba cuán equivocado estaba. La estadística ha demostrado ser una de las herramientas más poderosas de la humanidad, aunque claro, hay que conocerla para evitar que nos manipulen con ella. Dos siglos después, la estadística nos rodea y a ella le debemos tanto que nuestros teléfonos nos recomienden películas afines a nuestros gustos, como todos los avances que han hecho de la medicina la ciencia que es hoy. Y esa es, precisamente, la idea que nos cuenta Moneyball, solo que, en lugar de tecnología o sanidad, la historia va de deporte.