Fue conocida como la fiebre del gato bailarín, pero en realidad era un envenenamiento del sistema nervioso por mercurio y sus consecuencias eran letales. En humanos recibió el nombre de la enfermedad de Minamata y desde que fue descrita hasta la fecha, se han reconocido más de dos mil casos, casi todos concentrados en la pequeña prefectura de Kumamoto, en Japón. Ahorra sabemos que el origen del desastre estuvo en una empresa química que vertía residuos al mar sin control alguno. Entre ellos estaba el sulfato de mercurio, que las bacterias de la bahía transformaron en metilmercurio, un compuesto extremadamente tóxico.